miércoles, 5 de mayo de 2010

El color lleno de azúcar y grasa

Fast food

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, de 32 millones de adultos con sobrepeso en México, cinco millones están en riesgo de convertirse en pacientes diabéticos en los próximos 5 años, 62% de los mexicanos mayores de 20 años tienen sobrepeso, entre ellos, 29% son mujeres y 19% hombres; cada hora son diagnosticados 38 nuevos casos de diabetes, y así podemos continuar con cifras aterradoras y preocupantes para determinar la salud futura de los mexicanos.


La publicidad referente a la llamada "fast food" o comida rápida es muy llamativa por los colores que presenta, por el ambiente que crea y por las experiencias de vida que manifiesta en sus piezas creativas y que se corroboran en sus distintas sucurales, por ello, los niños reconocen muy bien la "M" gigante y amarilla de Mc Donald's, el payaso y los juegos que hay en cada sucursal; pero como padres de familia podemos hacer que no se vuelva un lugar de diversión indispensable, de convivencia, de felicidad, de premiación o de buen comportamiento porque resultaría contraproducente.

Los refrescos

Las aguas de fruta hasta hace unos años eran pieza fundamental de la alimentación mexicana, y gracias a esta costumbre se crean los refrescos embotellados, los jarabes y ahora los polvos para preparar aguas de sabor, sin embargo, en ambos casos se ha perdido el beneficio de la fruta: las vitaminas y la fibra.


Es importante mencionar que por cada vaso con agua de fruta consumimos fruta, agua y azucar (una cucharadita de azúcar), mientras que por un refresco son 5 cucharaditas de azúcar por vaso.

La rápides, la practicidad o la simple flojera nos han convertido en el primer consumidor de refrescos en el mundo, y qué decir de las consecuencias de estas cifras: la diabetes, la hipertensión y el sobrepeso, enfermedades que son difícil de controlar y que se requiere de un cambio de alimentación para seguir adelante y de un gasto muy fuerte a nivel nacional para atacarlas.

Por ello, todas las cifras mencionadas anteriormente deben ser reflexionadas y analizadas para determinar sus orígenes, causas, consecuencias y posibles soluciones; pero que básicamente todas llegan a una misma raíz: La Familia, es indispensable subrayar que la forma de comer también se aprende, y si desde pequeños nos acostumbraron a comer en este tipo de lugares para sentirnos queridos y premiados, tomar refresco en lugar de agua fresca, es lógico que se continúe haciéndolo a largo plazo, lo lamentable de esta situación son las consecuencias, la cantidad de grasa y azúcares que se consume en este tipo de lugares subraya el riesgo que se corre a ser diagnoaticados como diabéticos; sólo basta voltear a ver a los niños para retratar esa tendencia y ahora nuestra realidad.

Por ello, a nosotros nos toca asumir parte de la responsabilidad, como lo deben hacer las distintas instancias, como la Secretaria de Salud y de Gobernación, empezando por retratar a los productos tal y como son, colocar en las etiquetas las tablas nutricionales, mencionando todas las sustancias que contienen los productos, los efectos secundarios; pero en especial formar a consumidores responsables, éticos y exigentes, comenzando por leer las etiquetas de los productos y saber qué contienen.

7 comentarios:

  1. No sólo es importante educar a los niños sobre la cantidad de azúcar que contine cada golosina o refresco que consumen, o la cantidad de grasa que contiene cada hamburguesa, pizza o hot dog que se levan a la boca, a los niños poco o nada les interesa esta información, es importante que la familia fomente buenos hábitos de consumo.

    Una buena campaña social que presente las consecuencias que puede tener el niño a futuro podría ser un buen camino para empezar a cambiar los índices tan altos de niños y jóvenes con diabetes, porque las que se han hecho hasta el momento han sido muy pobres y nada eficaces.

    Es importante educar a los padres para que dejen de premiar a los niños con una hamburguesa o cualquier comida chatarra, porque en lugar de hacerles un bien los están afectando.

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  2. Actualmente se vive una crisis de obesidad en México, las buenas empresas no se pueden quedar atrás en la agenda nacional, y por ello deben adaptarse para no morir. Una de las que ha mostrado un gran interés es Pascual al intentar introducir sus jugos en las escuelas como alternativa, pero no existe razón para que Coca Cola, Pepsico u otras empresas hagan lo mismo.

    Las crisis son oportunidades para reajustar aquello erróneo en las organizaciones, es tiempo de dicho cambio, lo cual debe verse reflejado en la gama de productos, pero también en la publicidad, por supuesto sin engañar al consumidor.

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  3. P.D. Excelente la ejecución de McDonalds del café, depende de nuestra generación instaurar ideas como esas en el país.

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  4. Los lugares donde se vende “fast food” en México son todo un circo, una fiesta, llena de colores, de juguetes, de diversión, alegría y comida chatarra, un lugar al que los papás llevan a los niños como premio, sin embrago el daño que se les hace al consumir este tipo de comidas muy poco nutritivas es desastroso, estamos creando a niños obesos que atraídos por juguetitos y por la falta de cultura de una comida saludable y balanceada por parte de los padres más que hacerles un bien se les hace un daño.

    La falta de cultura alimentaria se ve también en el consumo de refresco, la Profeco dice que en México el consumo de agua por persona es de 169 litros, mientras que el de refresco de 158 litros anuales, México es un país con una diversidad increíble de frutas con las que se pueden hacer aguas de sabores pero por “ahorrar tiempo” nos vamos a lo fácil que es comprar el refresco, que tiene grandes cantidades de azúcar, ningún nutriente y en algunos casos se consideran un factor importante en problemas de salud, los mexicanos somos los consumidores número 1 en refresco y está teniendo importantes repercusiones en la salud general de los mexicanos con problemas cada vez más exacerbados provocados por la obesidad.

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  5. Como podemos ver ante estas cifras tan impactantes los problemas de obesidad son cada vez mayores en nuestro país, el creciente número de personas con este padecimiento o con diabetes es una cifra alarmante.
    A pesar de estos datos duros la comida rápida junto con los refrescos siguen siendo una alternativa de comida en todo momento, a cualquier hora del día, en cualquier situación, etc. lo que ha propiciado un aumento en el índice de consumo en este tipo de productos, asimismo junto a esto tenemos a la publicidad de la misma índole, la cual no hace otra cosa que alentar el consumo desmesurado e irresponsable de la “fast food”.
    En cuanto a los refrescos vemos que cada día se consumen más como un suplente del agua o de quita sed, vemos como las sustancias con las que son elaborados estos productos son dañinas para la salud.
    Si sumado a esto tenemos que no hay una regulación en este tipo de productos por parte del gobierno esto recae en una gran problemática social en donde es casi nula la conciencia de la alimentación.

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  6. Para empezar, creemos que es importante resaltar que los problemas de nutrición, y en especial la obesidad, van más allá de los meros esfuerzos publicitarios para promocionar comida chatarra o fast food. Por principio de cuentas, las alarmantes cifras sobre obesidad y enfermedades relacionadas con ella dan muestra de la creciente tendencia a consumir productos poco saludables, pero en especial, el cambio de hábitos alimenticios que se relaciona con la intrusión de franquicias y comida procesada.

    La globalización es también un elemento crucial en todos esos cambios, por un lado el acelerado ritmo de vida que busca alternativas que simplifiquen las actividades, pues siempre es más sencillo comprar algo preparado que invertir tiempo en cocinar. Además, la inserción de alimentos ajenos a la cultura ha desplazado a la cocina tradicional, por lo regular más saludable que los alimentos procesados

    Así, podemos concluir que la publicidad no es la culpable de todo el problema, pues se encuentra al servicio de empresas interesadas en vender y es poco probable que cambien sus estrategias, sería más interesante que las campañas sociales para sensibilizar a la población se pusieran a la par de la publicidad comercial, en contenido y diseño, y se realizara un esfuerzo concienzudo para que realmente se comprendiera la magnitud del problema.

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  7. Apelar a aspectos como la obesidad y su relación con negocios de comida rápida implica tratar el tema con sumo cuidado.

    México es un país con un alto índice de obesidad, por lo que las campañas deben cuidar este aspecto y apelar hacia los riesgos de comer en exceso o tener hábitos alimenticios diferentes. Es necesario ser conscientes al respecto.

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